¿LA BLASFEMIA ES EL PEOR PECADO? - versión 2
o Sobre el derecho a la blasfemia
Uno de los principios más importantes para emancipar a la humanidad es la capacidad para reírse de la autoridad
Este es mi segunda versión con la que sustento por qué la blasfemia es un derecho. La primera versión, así como la introducción, se encuentran en este link.
VERSIÓN 2
Ideología
La ideología es el conjunto de ideas que interpretan lo real, son consideradas como verdaderas y son ampliamente compartidas por un grupo social en una sociedad determinada.
Consta de dos componentes:
1. Una representación del sistema pues no solo proporciona un punto de vista particular creencias, preconceptos o bases intelectuales., sino que analiza, critica y enjuicia a los individuos, sociedades y otros sistemas ideológicos; es decir, se yergue como poseedora de la verdad absoluta.
2. Un programa de acción cuyo objetivo es acercar en lo posible el sistema real existente al sistema ideal pretendido. Contiene una serie de normas que deben ser acatadas por los individuos y las sociedades y para hacerlas cumplir pone en marcha mecanismos que van desde la sanción social hasta la pena de muerte.
Religión
Si vinculamos religión con ideología, obtendremos que aquella es una forma de esta pues interpreta lo real (obra de uno o más dioses, determinismo, etc.), se considera verdadera (portadora de la palabra de uno o más dioses a través de la iluminación o inspiración divina) y es compartida por un grupo social (al que se le denomina “fieles”, “grey”, “rebaño”, etc.).
Además, también consta de dos componentes:
1. Representación del sistema, ya que proporciona su punto de vista sobre el origen del mundo, la organización social, el objetivo de la vida, la moral, etc.; además analiza, critica y enjuicia a partir de sus “mandamientos” y libros sagrados y, por último, se siente poseedora de la verdad (es intolerante respecto a otros sistemas ideológicos).
2. Programa de acción. Intenta extender su sistema mediante la evangelización y la conversión, posee libros sagrados y canónicos que contienen normas que deben ser acatadas y posee mecanismos de control del comportamiento (Inquisición, Extirpación de Idolatrías, Guerras Santas, Yihad, apelación al “respeto”, etc.).
Al ser la religión un tipo de ideología, comporta símbolos: “Todo producto ideológico posee una significación: representa, reproduce, sustituye algo que se encuentra fuera de él, esto es, aparece como signo. Donde no hay signo, no hay ideología” (Voloshinov, 1992: 31―32).
Dado que como ideología la religión tiene un programa de acción, sus símbolos son utilizados para implantarse y mantenerse. Sin embargo, coexisten en una misma sociedad muchas ideologías. Surge entonces el enfrentamiento sígnico, que puede ―y suele― desencadenar enfrentamientos violentos.
LOTMAN Y LA SEMIOSFERA
Según Lotman, vivimos inmersos en un mundo de signos (lenguaje, imágenes, sonidos, etc.) cargados de significados que van más allá de los que utilizamos para fines prácticos.
En el caso de las palabras, estas encierran significados que trascienden a lo registrado en los diccionarios. Tomemos como ejemplo la palabra “mujer” que tiene distintas cargas semánticas para una femisnista, una no feminista, una machista, una monja, una heterosexual, una lesbiana, un hombre machista, etc.
Pero Lotman traspasa el lenguaje cotidiano y analiza los conflictos semánticos en la sociedad. Propone que toda sociedad se ha erigido en torno a un conjunto de ideas legitimadas por el poder. Es decir, las ideas de un grupo que ejerce el poder serán asumidas como verdaderas y determinarán la moral, las costumbres, los roles de género, etc. Este grupo en el poder insertará las ideas en el colectivo a través de diversos medios: mitos, canciones, modales, sanciones sociales y legales, etc. y lo hará porque es minoritario respecto a los numerosos grupos de la sociedad que controla y ―en muchos casos, a través de la violencia― los han sometido.
El funcionamiento de una sociedad será directamente proporcional a la efectividad en la inserción de ideas, es decir, al hecho de que los demás grupos (subalternos) asuman como cierto el esquema mental implantado desde el poder.
Pero las sociedades nunca se mantienen estáticas, pues ―de diversas formas― los grupos subalternos se encuentran en permanente enfrentamiento sígnico ―no necesariamente armado, ni organizado y menos aún consciente― contra los signos hegemónicos. Por ejemplo: la música (rap, tecnocumbia), los grafitis, la vestimenta excéntrica, etc.
Existe, pues, un grupo que ejerce hegemonía (semiosfera dominante) y muchos otros (semiosferas subordinadas) que interactúan traduciéndose e interpretándose.
Ciertamente existen tensiones entre las diversas semiosferas que pugnan por legitimarse (ocupar el lugar hegemónico o, por lo menos, no ser consideradas periféricas). Y son diversas las formas que toman los enfrentamientos. La más violenta es la revolución armada (en raras ocasiones), pero también hay ajusticiamientos, manifestaciones multitudinarias, publicaciones (libros, revistas, etc.)… y burla.
Todas ellas son respuestas a la hegemonía que, necesariamente para mantenerse, utiliza diversos medios. Se trata de un comportamiento natural que se verifica en grupos no humanos (primates, félidos, cánidos, cetáceos, etc.). Cabe resaltar que, además de conflictos, también se suscitan –al igual que en los animales― otras relaciones como las alianzas, en especial entre grupos subalternos.
FOUCAULT Y EL PODER
Foucault y De Certeau denominan resistencia a las manifestaciones contra la hegemonía. Ambos afirman que ―a diferencia de lo que comúnmente se piensa― la resistencia no comienza en la política ni toma formas militares, sino en lo que Lotman llamaría semiosferas subordinadas. Foucault sostiene que el poder no es una institución ni una estructura orgánica, sino el ejercicio de “micropoderes”. Veamos algunas citas de él:
“El poder en el sentido substantivo no existe”.
“En realidad el poder significa relaciones”.
“Lo que hace que el poder se sostenga, que sea aceptado, es que no pesa sólo como potencia que dice «no», sino que cala de hecho, produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos; [es] una red productiva que pasa a través de todo el cuerpo social” .
“La «verdad» está vinculada a una relación circular con sistemas de poder que la producen y la mantienen”.
Así, para Foucault, el poder es relación de fuerzas y se halla presente en la sociedad desde sus inicios y se encuentra en todos sus fenómenos. Toda relación social es vehículo y expresión del poder y aunque estas expresiones sean más densas en el Estado, no son privativas de él. Es decir, el Estado teje una red de sentidos para sostenerse y obtiene diversas redes de sentidos vinculadas de diversas formas, como la resistencia.
Aunque Foucault afirma que en toda sociedad existe resistencia, se centra en describir las relaciones que mantiene un sistema dominante. Es De Certeau quien se ocupa ampliamente de la resistencia.
DE CERTEAU Y RESISTENCIA
Para De Certeau, el orden está determinado por estrategias económicas, sociales y políticas del poder dominante.
La estrategia es una forma de manipulación de quien posee poder y se dirige hacia el débil. Intenta imponerse sobre el espacio pues busca “una victoria sobre el tiempo”. Las estrategias determinan la jerarquización regida por normas que plantean los deberes y derechos de cada individuo. Los medios juegan un papel importante ya que poseen poder ideológico sobre la sociedad.
La táctica es el recurso del menos favorecido para atacar la estrategia del fuerte. El uso de ella se da cuando los débiles necesitan transformar las situaciones de tal manera que les sean beneficiosas. Su expresión es la resistencia.
Esta táctica actúa sólo debido a imposiciones, dominaciones de ley o fuerza, y se presenta de manera astuta frente a la estrategia. Según De Certeau, su característica principal es carecer –a diferencia de las estrategias– de un lugar propio. Además, y fundamentalmente, no contiene un discurso. Su acción se basa en la oportunidad, en el aprovechamiento del momento en que se produce la recepción del producto.
De allí que la táctica dependa del tiempo e intente ‘coger al vuelo’ las posibilidades de provecho, por eso constantemente juega con los acontecimientos para volverlos ‘ocasiones’. Sin cesar, el débil debe sacar provecho de las fuerzas que le resultan ajenas aunque lo que gane no lo conserve.
LOTMAN, FOUCAULT Y DE CERTEAU
De ellos, podemos extraer tres concluiones:
1. En las sociedades se establecen relaciones semánticas entre individuos, entre grupos y entre estos y el poder.
2. El ejercicio del poder permite y depende de la homogeneización de ideas en la masa a través de diversos canales.
3. Esto ocasiona una reacción ―la resistencia― en quienes no se sienten identificados.
IGLESIA Y PODER
Desde la constitución de las religiones ―no necesariamente desde los inicios de la idea de un dios―, estas han ejercido poder sobre las masas. Inicialmente con los estados teocráticos, y luego con alianzas estrechas con los estados. Las religiones portan poderosas cargas semánticas, pues se vinculan con la esencia misma del hombre, con su mortalidad, con su conciencia, con sus sentimientos.
Como el arte y los sueños, las religiones se conectan con el ser humano no por medio de la razón, sino por sus emociones. Es una conexión subjetiva. Sin embargo, su rango de acción se prolonga en la realidad, el comportamiento y hasta en las leyes. Su influencia es objetiva y cuantificable.
A través de los siglos, han desarrollado estrategias eficaces de inserción masiva de ideologías y dirección del comportamiento. En este sentido, la religión permite el control de las masas y se inserta en el poder directamente gracias a alianzas tácitas o explícitas con el Estado y la milicia.
En el Perú ―como en toda Latinoamérica―, la religión católica comparte el poder desde la Conquista. Históricamente, ha servido para aniquilar ―o intentarlo― toda ideología incómoda para el poder. También ha servido para legitimar y mantener en el poder a un grupo determinado que, claro, varía de acuerdo con las circunstancias.
La influencia de la Iglesia hoy es muy evidente. Su opinión puede determinar la permanencia de un funcionario en su puesto (CONCYTEC) o si se da o no una ley (aborto, planificación familiar, etc.).
La Iglesia ha establecido mecanismos que evitan este tipo de confrontación, por ejemplo, la idea del pecado original. Establece la fe como alternativa al discernimiento, y el acatamiento como alternativa a la libertad y para saciar el ansia de libertad del ser humano, establece el libre albedrío.
El pecado original y el libre albedrío no son los únicos planteamientos que utiliza la Iglesia para influir en la masa. Posee también mecanismos de defensa (blasfemia, herejía, excomunión, muerte, etc.) ante la posibilidad de que sea cuestionada. Todos estos tienen como objetivo sancionar ejemplarmente al acusado con el fin de detener su influencia.
CASTIGO
Para quienes contravengan los preceptos de la Iglesia, también existe un mecanismo de respuesta: el castigo.
En la actualidad, las sanciones sociales son más eficaces, pues generan aislamiento y miedo de expresar las ideas que no comparte la mayoría católica.
HACIA LA CONVIVENCIA
La blasfemia es una respuesta jocosa no violenta de resistencia contra el poder de la Iglesia. A través de la burla, cuestiona la ideología y defiende al yo frente al colectivo que lo reprime. Por ello, incomoda y agravia a quienes pertenecen a la ideología hegemónica y como respuesta recibe sanción social y legal. Pero la blasfemia es un síntoma de injusticia social o, dicho de otro modo, en un estado laico no hay necesidad de blasfemia porque impera la equidad.
El 30 de setiembre es el día de la blasfemia, ¿saben por qué?
Aquí algunas respuestas:
- Blog Sin Dioses
- Terra
- Wikipedia
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Les dejo este link que contiene un artículo mucho más reducido sobre la blasfemia.
En cuanto se cargue el video en youtube, aquí colocaré el link de una ponencia que realicé en la Universidad Nacional Federico Villarreal sobre la blasfemia.